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Colores terrosos: Usa tonos como el beige, arena, marrón o amarillo suave en paredes, ropa de cama o alfombras. Estos colores promueven la estabilidad y la serenidad.
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Muebles de madera maciza: Muebles sólidos y rectangulares, especialmente de materiales naturales como la madera, son perfectos para anclar la energía de la Tierra, aportando firmeza y apoyo.
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Formas cuadradas o rectangulares: Las formas cuadradas en mesas de noche, almohadas o cuadros aportan una sensación de estabilidad y equilibrio. Usa estas formas en muebles o decoraciones.
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Piedras y cristales: Introduce elementos naturales como piedras, cuarzo rosa o amatista en la decoración. Estos cristales, especialmente en tonos terrosos, potencian la energía de la Tierra y promueven el bienestar emocional.
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Plantas de interior: Usa plantas como cactus o suculentas, que tienen hojas robustas y simbolizan la energía de la Tierra. Además, ayudan a purificar el aire y equilibran el ambiente.
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Alfombras de fibras naturales: Coloca alfombras de lana o yute en el suelo. Estos materiales naturales activan el elemento Tierra y aportan una sensación de calidez y arraigo.
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Cerámicas y objetos de barro: Incorpora piezas de cerámica o barro, como jarrones, macetas o platos decorativos. Estos objetos evocan directamente la energía de la Tierra.
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Accesorios en tonos neutros: Cojines, cortinas o lámparas en tonos crema, gris claro o marrón contribuyen a generar un ambiente sereno, ideal para el descanso y el equilibrio.
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Cuadros o arte con paisajes de montañas o campos: Elige cuadros que representen paisajes de naturaleza tranquila, como montañas o llanuras. Estas imágenes refuerzan el sentido de estabilidad y firmeza.